Macarena y Marcela son dos jóvenes, bellas y talentosas colegas con las que trabajo habitualmente. Ambas usuarias de Tinder, insistieron en la importancia de que yo tuviera la app en mi celular.
Mientras discutíamos su tesis de maestría, Macarena sin muchas vueltas, armo mi perfil. Marcela aplaudió. Yo lo acepte. En el fondo tenía mucha curiosidad por esta nueva forma de comunicación. Cuando les conté esto a Romina y Cristina, mis encargadas de redes, ambas dijeron: buenísimo Laura. Escribí algo para San Valentín y apurate porque falta poco. En realidad, venía pensando en hacerlo. Creo que es un asunto que hay que socializar.
Tinder para mí (hay muchos Tinder, creo) fue tirarse a una pileta con agua fría y conste que me gusta mucho nadar, aunque no tanto el agua fría. También fue una invitación a desaprender todo lo aprendido en la adolescencia. Por ejemplo: cuando tenía 14 años me gustaba Juan, un vecino del edificio en el que vivía, que quería entrar en el Balseiro. Él tenía como 17 y ya terminaba la secundaria. Me explicaba cuestiones como física (asunto que nunca termine de comprender), hablaba muy bien inglés y escuchaba música progresiva. ¿Qué más pedirle al enamoramiento que no comprender nada del otro e idealizarlo? Aunque Juan me tiraba onda yo no registraba el hecho (siempre fui bastante tímida en esas lides), tampoco daba señales de mis emociones y ambos mantuvimos en secreto nuestros sentimientos hasta que Juan se mudó a otra provincia, y perdimos contacto. Todo eso llevó tiempo, procesos, sentidos puestos en juego y un amor (¿?) que no pudo ser.
En cambio hoy, Tinder me exige que le dé un Like (me gusta) a la foto de un sujeto que se muestra de cierta manera y tiene ciertas expectativas: divertirse, armar una pareja, no sabe qué hace ahí, ots. Dos Likes significan un Match. Luego del Match podes comunicarte por la app y mantener algunos diálogos. La app te avisa los riesgos que asumís si pasas al WhatsApp. Ahí la charla avanza y si ambos lo desean, viene el encuentro personal: café, almuerzo cena, encuentro íntimo. Cada match es un mundo. Sin embargo, circula cierta perfomatividad respecto al encuentro que es bueno desmalezar y organizar. Por ejemplo: aunque este instalado el vinculo entre Tinder y el encuentro sexo afectivo, es bueno insistir en que nadie está obligado a tener encuentros íntimos que no busca ni desea. El café o la cena puede ser o no, el fin de largas charlas en chat cuando la realidad se impone a lo imaginado. En cualquier caso es posible fijar reglas claras sobre el asunto. Por ejemplo: me interesa conocerte y nada mas.
Estos dos meses de Tinder fueron todo un aprendizaje para mi. Me sorprendió la frecuencia de perfiles masculinos buscando la pareja para toda la vida, el amor romántico puro y duro y la presencia de la soledad. En Tinder predomina el patriarcado aunque hay excepciones.
Según Vaquero2 en la app, se exhiben tres tipos de capitales: capacidad económica y de consumo de las personas usuarias -autos, ropa, viajes, hobbies-; capital cultural – nivel académico, idiomas, consumos culturales como música y películas- y capital erótico a través de fotos que muestran una “corporalidad deseada mediante la representación de atributos físicos seductores y de hábitos deportivos y saludables”. Añade que “las elecciones sexoafectivas, en este contexto, tienden a equipararse a elecciones inmediatas de consumo y, en segundo lugar, que en las aplicaciones de citas se exacerba una exhibición calculada y regulada de sí mismo, propia de las redes sociales.” Quien carece de estos capitales difícilmente logre un match.
Dice Barthes3: “el discurso amoroso es hoy de una extrema soledad. Es un discurso tal vez hablado por miles de personas (¿quién lo sabe?), pero al que nadie sostiene; está completamente abandonado por los lenguajes circundantes: o ignorado, o despreciado, o escarnecido por ellos, separado no solamente del poder sino también de sus mecanismos (ciencias, conocimientos, artes). “También en mis breves meses de Tinder pude distinguir los matchs con extranjeros y nacionales. Los primeros preguntan cuestiones tales como: ¿vives sola?, ¿cuándo tuviste tu ultima pareja? ¿Cuántos continentes conoces y cual fue tu último viaje?. Los intercambios se parecen a un cuestionario en búsqueda de datos duros y fueron para mí la posibilidad de practicar idiomas. Los match nacionales tienden al encuentro más personal.
En cuanto el riesgo en Tinder, recuerdo haber investigado delitos cometidos a través de las redes por estafas amorosas. Creo que si no hay madurez afectiva es un espacio de mucha vulnerabilidad. Y la cautela es importante. Pero esto también, sucede en la vida real. Estafas y mentiras hay en todas partes. Sin embargo, vale tener en cuenta un estudio de la Federación Mujeres Jóvenes (FMJ)4, financiado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género , que señala que «un 70 % de las usuarias de aplicaciones de citas se ha sentido presionada para mantener relaciones y hasta un 21,7 % asegura que ha sufrido una agresión sexual con violencia»; » un 40 se ha sentido presionada % para mantener relaciones violentas que tienen «mucho que ver» con la pornografía; un 57 % se ha visto presionada a consumir alcohol para mantener relaciones». «Y un dato que nos alarma y es que casi el 22 % de los encuentros ha acabado con una agresión sexual, mediando además violencia», ha denunciado. Las víctimas tienen dificultades para detectar violencia sexual, “ ya que inicialmente el 86,4 % de las encuestadas aseguró no haberla sufrido». Allí «un 48,8 % de las encuestadas se sintió tratada como un objeto; un 33 % quiso parar la relación y el hombre se enfadó; un 27 % vivió situaciones violentas durante el sexo como ahogamientos o tortazos; un 29,5 % fue presionada para realizar prácticas que no quería», asegura el estudio. “Un 27,7 % fue penetrada sin preservativo sin su consentimiento; en un 28 % de los casos el hombre siguió la relación a pesar de que la mujer le había dicho que le hacía daño; un 27,4 % trató de grabarla sin su consentimiento; un 33,8 % quiso parar, pero él continuó la práctica; y un 21,4 % se quitó el preservativo cuando ella no se dio cuenta». Finalmente «un 21,7 % de las mujeres aseguró haber sufrido violencia explícita para forzarla a tener una relación sexual». Para rematar el panorama delictivo de Tinder, Sean Rod5 su creador, está acusado de acoso sexual.
Con motivo de esta denuncia y para comprobar la identidad de los usuarios Tinder implemento una herramienta para verificar perfiles y evitar el robo de identidades y reducir las cuentas generadas por inteligencia artificial6.
Por otro lado, tengo una amiga que encontró al amor en Tinder. Es alguien que quiero y respeto. Madura e inteligente emocionalmente. Su compañero una bella persona. A Macarena y Marcela les va muy bien. Claro que son mujeres empoderadas. Nada es blanco o negro.
Puedo decir encontré sujetos agradables, desagradables, ubicados, desubicados, inteligentes, desconsiderados, considerados y amorosos. Como en la vida misma.
Finalmente, resulta que San Valentín casaba soldados con sus prometidas cuando el cristianismo fue prohibido por Claudio II. En sus orígenes fue una celebración cristiana para contrarrestar las celebraciones paganas de los romanos. Hoy es la celebración del amor de pareja romántico como un triunfo en sí mismo. Y no he de ser yo quien propicie semejante festejo como un éxito y no por que no celebre el amor de dos que logren el amor compañero del que habla Rosa Montero. Primero porque no soy cristiana, segundo porque existe el matrimonio, las uniones convivenciales y gente que decide vivir sola y tiene una muy buena vida y tercero, porque para mí el éxito es encontrar el propio camino, el ritmo personal, la autonomía, el amor propio, la paz, el amor al otro con vínculos saludables.
Aprender a usar Tinder me produjo mucho estrés pero estoy contenta con lo aprendido. Este modo de vincularse sexo afectivamente está instalado socialmente. Y como decía al principio, hay tantos Tinder como personas, edades y vínculos. Creo que vale la pena advertir sobe sus riesgos; tal vez sea una app para coincidir, como en mi caso, con gente piola, aunque no esté pensada solo para eso. La búsqueda del amor asociado a estereotipos limita y daña la posibilidad del amor que -para colmo- es dar lo que no se tiene a quien no es, y como tal un vínculo original, en el que una app puede ser un instrumento entre muchos otros. El éxito amoroso para mí, es sin duda, encontrarme y alinearme a mi deseo, el día de San Valentín y todos los días. Y ésto exige mucho trabajo interno.
1 Cantore, Laura. Abogada. Dra. en Derecho y Cs. Sociales. Posdoctorada en Genero. Presidenta de la Fundación Una Puerta.
2 Vaquero, Santiago. Del contacto a la relación en Tinder. Un análisis etnográfico sobre el proceso de vinculación sexoafectiva mediada por aplicaciones de citas. Disponible en: URI: http://repositorio.filo.uba.ar/handle/filodigital/16608. 2022.
3 Barthes, Roland. Molina, Eduardo (traductor). Fragmentos de un discurso amoroso. México : Siglo XXI Editores , 5º edición. 1986. Introducción.
4 Acoso en Tinder: un estudio asegura que el 70% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia sexual https://www.cronista.com/espana/actualidad-es/acoso-en-tinder-un-estudio-asegura-que-el-70-de-las-mujeres-han-sufrido-algun-tipo-de-violencia-sexual/
5 Quién es el creador de Tinder que habló con Javier Milei y cómo funciona su aplicación https://www.cronica.com.ar/mundo/Quien-es-el-creador-de-Tinder-que-hablo-con-Javier-Milei-y-como-funciona-su-aplicacion-20240131-0254.html
6 Cambia Tinder: el nuevo requisito que deberás cumplir sí o sí para poder seguir teniendo citas
https://www.cronista.com/espana/pc-movil/cambia-tinder-el-nuevo-requisito-que-deberas-cumplir-si-o-si-para-poder-seguir-teniendo-citas/